Los manuales escolares de la Biblioteca del Centro de Recursos, Interpretación y Estudios de la Escuela no solamente constituyen un importante testimonio de los contenidos que sirvieron a los niños y niñas de otras épocas para aprender cosas, sino que deben ser un recurso didáctico utilizable en la actualidad. Con "El libro de la semana" queremos al profesorado, a alumnos universitarios y a todos los interesados en general darles pistas para ese posible uso actual. ©

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Este pequeño libro de geografía de 1947 (en la portada aparece 1946) está hecho para ser usado como manual por los estudiantes, ya que, en el Prólogo, señalan los autores que se determinaron a escribirlo “en la idea de ser útiles en general a la población escolar española y en particular a la montañesa”. Y que “para mejor orientación de maestros y profesores, hemos distribuido las enseñanzas en 22 temas o capítulos: 11 de Geografía General de la Provincia y otros 11, uno por cada Partido Judicial.”
Con didácticas que ahora son lugar común en nuestras aulas, sugieren también los autores en este Prólogo que “el pedagogo puede dedicar, antes de iniciar a los alumnos en el estudio de este libro, dos sesiones al conocimiento del Pueblo y del Ayuntamiento o Valle, primera unidad natural. Luego puede iniciarlos en el conocimiento del Partido Judicial correspondiente y de aquí, directamente, a la Geografía General de la Provincia. No es necesario el estudio particular de los demás Partidos Judiciales, puesto que de todos ellos se habla en la primera parte de esta obra.”
Y, con afán interdisciplinar, recomiendan “la ampliación de las lecciones a base de lecturas de trozos escogidos de autores montañeses (Pereda, Amós de Escalante, Concha Espina, etcétera), que harán más sugestivas, más eficaces y mas vividas las lecciones.”
Efectivamente, el manual se estructura en dos partes.
La Primera Parte comienza con la Geografía General de la Provincia, donde se hace una brevísima historia de los orígenes de la misma.
En la Geografía Física se describen características como cabos, playas, puertos, cumbres más elevadas, pasos de montaña, ríos, clima…
A continuación, la Geografía Económica: minería, la flora, la fauna, la agricultura y ganadería. Para pasar, dentro de este apartado, a hablar de la industria y las comunicaciones, con la indicación en la página 42, triste de recordar por la injusticia que supuso su no puesta en marcha debido a presiones políticas, de que “se encuentra en construcción el último trozo del ferrocarril Santander-Mediterráneo.” En cuanto a las vías de comunicación por carretera, se señalan las líneas de autobuses existentes; también las marítimas (líneas de pasajeros con Cuba, Méjico, Estados Unidos y Guinea Ecuatorial). Y en cuanto a las comunicaciones por avión, se dice que el aeródromo de La Albericia (tan usado durante la Guerra Civil) “no reune (sic) las condiciones necesarias”. Pero que “existe un proyecto de aeropuerto que se construirá en el espacio comprendido entre la dársena de Maliaño, Nueva Montaña y Parayas. Ocupará un área aproximada al de la Ciudad y tendrá tres pistas extensas. Será el mayor y mejor emplazado de
España.”
En la Geografía Política se indica que “el número de habitantes excede a los 400.000”. Y también que “los montañeses conservan el idioma castellano en toda su pureza, a diferencia de sus vecinos los asturianos y los vascos.” De Santander se dice que “es una moderna y próspera ciudad de más de 100.000 habitantes.”
La Segunda Parte es ya la descripción de las características existentes en cada uno de los once partidos judiciales. Como nos extenderíamos demasiado si comentamos esta segunda parte, lo dejaremos aquí; aunque quizás más adelante tengamos ocasión de hacerlo. Solo vamos a referirnos brevemente a los autores del manual.
Domingo Bedia Ocejo, maestro nacido en Gajano (Cantabria) en 1919, ejerció siempre en pueblos de esta región; en concreto, en Cartes, Correpoco, El Astillero y Mirones. Publicó el poema Senda en el n.º 2 (mayo de 1944) de la revista “Proel”.
Baltasar Baquero García, también maestro, nació en Villamuriel (Palencia) en 1889. Hasta su jubilación, a los setenta años, ejerció primero en pueblos de las provincias de Palencia y de León, para trasladarse a El Astillero, en la provincia de Santander, en 1943, escuela en la que coincidió con Domingo Bedia y donde permaneció ya el resto de su vida laboral.

© de los textos: José Antonio González de la Torre
© de los textos: CRIEME
© de las imágenes: CRIEME