Los manuales escolares de la Biblioteca del Centro de Recursos, Interpretación y Estudios de la Escuela no solamente constituyen un importante testimonio de los contenidos que sirvieron a los niños y niñas de otras épocas para aprender cosas, sino que deben ser un recurso didáctico utilizable en la actualidad. Con "El libro de la semana" queremos al profesorado, a alumnos universitarios y a todos los interesados en general darles pistas para ese posible uso actual. ©

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Durante la II República, el entonces Director General de Primera Enseñanza del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, Rodolfo Llopis, redactó una circular de 12 de enero de 1932 donde indicaba que como se habían ya enviado a todas las escuelas nacionales ejemplares de la recientemente aprobada Constitución, los maestros debían aprovechar para hacer de ésta el centro de la actividad escolar y dar a sus alumnos una serie de lecciones sobre la misma. Señala Llopis que en esos momentos de alegría y meditación en los que “España va a renovar profundamente su vida”, aumenta la responsabilidad de todos, “pero, sobre todo, para los maestros, a quienes la República confía en gran parte esta misión renovadora”.
El libro de esta semana es un manual que, respondiendo a la citada circular del Ministerio, se publicó durante la II República para facilitar ese aprendizaje de la nueva Constitución de la República española de 9 de diciembre de 1931.
Su estructura, además de curiosa, nos parece de una eficacia didáctica admirable.
Nos dice en la introducción a su librito Victoriano Fernández Ascarza que, en su opinión, no es suficiente para conseguir formar futuros buenos ciudadanos con dar a conocer a los escolares el articulado de la Constitución: “no basta ese conocimiento, un tanto teórico, abstracto y doctrinal…”, sino que lo ideal para mover la voluntad de esos escolares hacia un ejercicio individual de ciudadanía era ofrecer ejemplos de personas que con su biografía sirvieran como guía que deberían seguir las nuevas generaciones.
Y elige para ello a cinco personajes que tuvieron esas características dignas de imitación por parte de los niños y niñas: Francisco Pi y Margall (1824-1901), Emilio Castelar (1832-1899), Nicolás Salmerón (1838-1908), Joaquín Costa (1846-1911) y Pablo Iglesias (1850-1925). De ellos, los tres primeros fueron presidentes de la Primera República Española (1873-1874).
Los cinco capítulos de libro poseen una estructura similar. Comienzan con el relato de la vida del personaje, resaltando el esfuerzo y sacrificio que tuvo cada uno de ellos que realizar para conseguir los objetivos que se iba proponiendo, coincidiendo los cinco en la tenacidad de su carácter. A continuación, va insertando los artículos (prácticamente completos) de la citada Constitución de 1931. Y al final de los artículos, unas breves propuestas de ejercicios para aclarar lo leído en los mismos.
Recomienda Fernández Ascarza a los maestros, para poder realizar mejor la explicación del texto constitucional, el uso de otro manual suyo: La Constitución de la República Española comentada.
De cada uno de los personajes cuya biografía se cuenta, se incluye un retrato en el interior del libro. Y, sospechamos que para no tener que dar más importancia a uno de ellos en relación con los demás, se hicieron cinco diferentes impresiones, cada una con el retrato de uno de los cinco en la portada. La que reproducimos nosotros es la edición en la que aparecía en la portada Nicolás Salmerón.
El navarro Victoriano Fernández Ascarza, Profesor de la Escuela Normal de Maestros de Madrid, Astrónomo del Observatorio de Madrid, vocal de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, fue un autor de manuales escolares que publicó libros tanto de temas científicos, como de lectura, derecho, historia sagrada, una enciclopedia, anuarios para los maestros… Todos ellos aparecidos en la editorial Magisterio Español, ya que fue el más directo colaborador en ella de Ezequiel Solana, su fundador.
Sin duda, tendremos oportunidad de dar a conocer en El libro de la semana más manuales de Fernández Ascarza.
© de los textos: José Antonio González de la Torre
© de los textos: CRIEME
© de las imágenes: CRIEME